Con el paso de los años, los adultos mayores dejan de sentirse a gusto y seguros en su propia casa, especialmente cuando viven solos, pues a pesar de haber sido independientes la mayor parte de su vida, en la tercera edad los riesgos se multiplican, y es preferible estar bajo el cuidado de familiares o personal calificado para evitar accidentes con graves secuelas para su salud, y todo a causa del más pequeño descuido.

Sin embargo, muchos adultos mayores de 70 años que se mudan con sus hijos se ven solos la mayor parte del tiempo, ya que sus hijos trabajan la mayor parte del día, y no pueden brindar el cuidado que un adulto mayor necesita, especialmente si sufre de alguna discapacidad o enfermedad degenerativa, que requiera de cuidados constantes y de una persona dedicada exclusivamente a sus necesidades. Es en esta situación cuando los familiares se plantean la posibilidad de que al adulto mayor le cuide una enfermera profesional o de enviarle a un centro geriátrico, donde cuenten con la infraestructura adecuada y los servicios profesionales para garantizar su bienestar.

Tomar la decisión de una residencia puede ser muy difícil, incluso el adulto mayor puede sentirse reticente a dejar su casa y su familia para mudarse a un centro especial donde le brinden los cuidados que necesita; la principal causa por la que un adulto mayor se niega a mudarse es por pensar que un asilo es un lugar donde lo tendrán abandonado y le aislarán de su familia. Nada más lejos de la realidad, ya que en un asilo especializado el adulto mayor encontrará el entorno que necesita para vivir un envejecimiento digno y seguro; además encontrará la atención de médicos y enfermeras especializados en nutrición y geriatría, que se encargarán de cuidar su salud.

Muchas personas piensan en reformar su casa, instalando aditamentos de seguridad para que el adulto mayor pueda levantarse de su cama, bajar escaleras, ducharse o ir al baño de la forma más segura e independiente posible; otras familias se “turnan” al anciano, cambiándolo de casa con frecuencia, para repartirse los cuidados y los gastos económicos que implica el cuidado de un adulto mayor. Otra de las alternativas más comunes es dejar al adulto mayor en el hogar donde vive y contratar personal permanente, diurno o nocturno para que se mantenga al pendiente de ellos cuando los familiares no se encuentren en casa y salgan a trabajar.

Sin embargo, faltan dos puntos de gran importancia: el aspecto social y el nutricional, que en un centro geriátrico se les pone especial atención; muchas veces tenemos en casa a un anciano, encerrado, aislado en su habitación (por su propia voluntad la mayoría de las veces), irritable e inactivo tanto intelectual como físicamente. Sin embargo, en un centro especializado en salud geriátrica se pone atención especial a la actividad física e intelectual, por lo que se realizan actividades guiadas y supervisadas para que se mantengan activos y se prevenga el deterioro cognitivo que la inactividad trae consigo.

El otro punto importante es la nutrición, ya que en la tercera edad los nutrientes no se asimilan de la misma forma, y se requiere de una alimentación más equilibrada y especial, que pueda digerirse y asimilarse para mantener la salud física y prevenir las más pequeñas enfermedades, como la gripe, que pueden dañar severamente un sistema inmunológico debilitado. Por el contrario, hay adultos mayores que disfrutan de su independencia y que se sienten muy incómodos viviendo con sus hijos y familiares, por lo que deciden por sí mismos vivir en un centro geriátrico, donde saben que conservarán su independencia y llevarán una vida plena, pero que tendrán la atención especializada y cuidados adecuados para sus necesidades.

En México, los adultos mayores son un grupo de edad que ha caído en el olvido, ya que es muy difícil que una persona de más de 65 años encuentre un trabajo digno, además las calles y servicio de transporte público no cumplen con las expectativas para que puedan seguir siendo independientes para salir a realizar sus compras o de paseo, por el contrario, muchas personas se encuentran temerosas de salir, de caerse o perderse en las calles de la ciudad. Este ya no será un temor al vivir en Lúmina Senior Care, ya que la infraestructura ha sido especialmente creada para que las personas de la tercera edad puedan llevar una vida plena, donde podrán organizar su propio hogar, encontrar actividades intelectuales o recreativas, así como personas de su misma edad con quienes podrán socializar y dejar atrás la soledad.

Sabemos que en los últimos 50 años se ha incrementado la esperanza de vida, ya que antes se consideraba anciana a una persona de más de 60 años, mientras que en la actualidad podemos encontrar a personas de más de 70, incluso de más de 80 años que siguen siendo independientes, activas y saludables, y para incrementar la longevidad y la salud, hace falta combinar los cuidados médicos, la alimentación saludable, la actividad física e intelectual, que en conjunto brindan al adulto mayor una mejor calidad de vida.

En Lúmina Senior Care, centro geriátrico, los adultos mayores comparten su tiempo con personas de la misma edad, son atendidos por personal especializado, tienen actividades recreativas intelectuales y físicas adecuadas a sus necesidades, además pueden ser visitados por sus seres queridos siempre que lo deseen. Tener una vida relajada, tranquila y sin preocupaciones es el mejor regalo para nuestros padres y abuelos, quienes se merecen vivir tranquilos y tener la atención que requieren para conservar su salud por mucho más tiempo.

No esperes a que llegue la enfermedad para pensar en una residencia para adultos mayores, visita nuestras instalaciones y verás que somos la mejor opción para el cuidado del adulto mayor.